La aparición del
ascensor:
En 1780
Oliver Evans inventa en los EE.UU. el elevador, un ascensor para el transporte
continuo de cargas en molinos y minas, para descargas en buques o para llenar
silos. El principio fundamental de dicho invento lo constituye una cadena sin
fin, de la penden a intervalos regulares cangilones .
En la parte inferior del dispositivo estos
últimos pasan por la mercancía que hay que elevar, cargándola. En el punto
superior, donde se modifica el sentido de la marcha, los cangilones se vacían a
consecuencia de la acción de la gravedad. A pesar de haber transcurrido un
largo lapso desde la antigüedad no se registra ninguna novedad importante.
En el aspecto del material, la tecnología del
hierro y del acero anunciaban un futuro con estructuras rígidas y resistentes
que iban a desplazar a la clásica viga de madera.
En 1830 se pone en servicio un montacargas accionado por una
máquina en Derby (Inglaterra). En el West Riding de Yorkshire, en 1840, se dan
todavía tornos para elevar pesos a mano, utilizándose esta técnica para
variadísimas operaciones de elevación y transporte, incluyendo la elevación de
la tierra de las excavaciones de los túneles de ferrocarril. El tambor de cable
horizontal de 3.5 a 5 metros de diámetro, alrededor del cual daban vueltas los
caballos fue sustituido sólo gradualmente por un torno movido, por lo general,
por una máquina de vapor vertical, de baja presión y un solo cilindro.
Merece
la pena mencionar el ascensor “Teagle” desarrollado en Inglaterra en 1845. Este
elevador accionado hidráulico contemplaba ya el concepto de la polea de
tracción con contrapeso, aspecto que se aplica hoy en nuestros días a la gran
mayoría de los ascensores. El accionamiento era llevado a cabo por los propios
usuarios que desplazaban el cable manualmente desde la cabina.
En 1853 el inventor y fabricante estadounidense Elisha Otis
exhibió un ascensor equipado con un dispositivo (llamado seguro) para parar la
caída de la cabina si la cuerda de izado se rompía. En ese caso, un resorte
haría funcionar dos trinquetes sobre la cabina, forzándolos a engancharse a los
soportes de los lados del hueco, así como al soporte de la cabina. Esta
invención impulsó la construcción de ascensores.
En el
año 1854 Elisha Graves Otis hizo una demostración pública en el Palacio de
Cristal de Nueva York, elevando su ascensor a una cierta altura y cortando el
cable de sustentación, mostrando la seguridad de su aparato.
Su ascensor hidráulico disponía de un sistema de seguridad consistente en una cabina con trinquetes que unos resortes obligaban a engranar con muescas dispuestas a los lados del foso del ascensor en el momento que rompía el cable.
Su ascensor hidráulico disponía de un sistema de seguridad consistente en una cabina con trinquetes que unos resortes obligaban a engranar con muescas dispuestas a los lados del foso del ascensor en el momento que rompía el cable.
El 23
de marzo de 1857 el americano Elisha Otis instaló el primer ascensor para
personas en los grandes almacenes E. V. Haughwout & Co. en la ciudad de
Nueva York. Era movido por una máquina de vapor, el edificio tenía cinco
plantas e iba dotado con un equipo de elevación apto para 450 Kg a 0,20 metros/
segundo.
En
1867 el francés Leon Edoux presentó en la Exposición Universal de París un
aparato elevador que utilizaba la presión del agua para elevar una cabina
montada en el extremo de un pistón hidráulico.
El
ascensor Edoux tuvo una gran difusión por todo el mundo, sobre todo cuando se
multiplicaron sus posibilidades de velocidad y recorrido, con un perfeccionamiento
del sistema que se denominó de acción indirecta, en el que el émbolo no
impulsaba la cabina directamente, sino un juego de poleas o una cremallera y un
tambor que enrollaba y desenrollaba uno o varios cables de los que se suspendía
la cabina.
Simultáneamente,
Europa inicia su andadura en la industria de la elevación vertical fundándose
en 1874 la empresa Schindler, construyéndose el primer ascensor en 1876 para la
Oficina de Correos de Londres.
El primer ascensor o elevador de pasajeros se instaló en Estados
Unidos, en un comercio de Nueva York. En la década de 1870, se introdujo el
ascensor hidráulico de engranajes de cable.
En 1878 se utilizo por primera vez el ascensor hidráulico,
utilizando agua en lugar de vapor, para simplificar las instalaciones y
conseguir mayores velocidades y reecorridos.
En 1880 el inventor alemán Werner von Siemens introdujo el motor
eléctrico en la construcción de elevadores. En su invento, la cabina, que
sostenía el motor debajo, subía por el hueco mediante engranajes de piñones
giratorios que accionaban los soportes en los lados del hueco. En 1887 se
construyó un ascensor eléctrico, que funcionaba con un motor eléctrico que
hacía girar un tambor giratorio en el que se enrollaba la cuerda de izado. En
los siguientes doce años empezaron a ser de uso general los elevadores
eléctricos con engranaje de tornillo sin fin, que conectaba el motor con el
tambor, excepto en el caso de edificios altos. Los ascensores eléctricos se
usan hoy en todo tipo de edificios.
El primer ascensor eléctrico, que funcionó normalmente en un
edificio de viviendas, fue instalado en 1889, por los hermanos Otis en el
Baurest Building de Nueva York, movido por un motor de corriente continua.
En 1903, Otis introdujo lo que se convertiría en la columna
vertebral de la industria del ascensor: el ascensor eléctrico a tracción sin
engranajes, cuya realización demostró sobrevivir al propio edificio. Esto
impulsó la era de la edificación de gran altura, con edificios tan
representativos como el Empire State Building.
El ascensor eléctrico, tuvo desde sus comienzos un gran éxito, por
su menor coste de instalación y funcionamiento, pero tenía el inconveniente de
la poca precisión de sus paradas. Este defecto fue corregido totalmente con la
instalación de los grupos de regulación de velocidad Ward Leonard, que todavía
se utilizan en la actualidad como veremos más adelante.
En 1904 se instaló en Des Moines, IOWA (U.S.A.), el primer
ascensor con polea de adherencia, en sustitución del tambor de arrolla- miento,
cuyo diámetro y longitud resultaban excesivos, cuando los recorridos del
ascensor eran importantes, asi se instalaron las primeras máquinas sin
engranajes y estos desbancaron los hidráulicos.
En 1907, se instaló en el Singer Building de Nueva York, el primer
ascensor de tracción directa, es decir sin grupo reductor, que funcionaba a una
velocidad de 4 m/s, en un recorrido de 185 m
Durante esos mismos años, se había perfeccionado el motor de
corriente alterna inventado en 1888, hasta conseguir ese motor sencillo,
robusto, económico y seguro, de universal aplicación en la industria moderna.
El motor de corriente alterna, aplicado a los ascensores de pequeña y media
velocidad, permitió abaratar aún más el ascensor y universalizar su empleo en
toda clase de edificios.
Estos nuevos ascensores, rápidos y con límites de altura
elevadísimos, causaron la revolución de los rascacielos. Su funcionamiento era
tan bueno, que hasta el 1948 se siguieron usando.
Paralelamente al desarrollo de los sistemas de tracción, se han
desarrollado los sistemas de maniobra, desde la manual, utilizada en los
primitivos ascensores a vapor e hidráulicos, hasta las maniobras automáticas de
los ascensores modernos.
También los dispositivos de seguridad, se han perfeccionado hasta
conseguir hacer del ascensor una de las máquinas más seguras, inventadas por el
hombre.
El WorldTrade Center en
Nueva York (EEUU), con sus dos torres de 110 pisos, tiene 244 ascensores o
elevadores con capacidades de hasta 4.536 kg y velocidades de hasta 488 m/min.
El edificio Sears-Roebuck en Chicago, de 110 pisos, tiene 109 ascensores con
velocidades de hasta 549 m/min.
Actualmente un complejo sistema de comandos y
contactos gobiernan los ascensores que usamos a diario. Las computadoras han
invadido los sistemas de control haciendo cada viaje en ascensor mas
confortable y seguro. Tener diez ascensores conectados trabajando en grupo se
reduce a complejos programas de computadoras en lugar de enormes tableros con
millones de reles.
En la actualidad todos los ascensores utilizan la energía
eléctrica como fuente de alimentación de sus motores y para el reglaje de sus
paradas, así como sistemas electrónicos que regulan las maniobras a realizar.
No obstante podemos encontrar tres variantes fundamentales, en lo que a
sistemas mecánicos de elevación se refiere, aplicados en función de las
necesidades de uso o de las características de los edificios en que se
instalan.
El vapor como sistema de traccion:
Desde comienzos del siglo XVII, se utilizaba
como combustible el carbón mineral. Las minas de las que extraía el carbón se
inundaban frecuentemente y el agua era
extraída mediante bombas accionadas por caballos.
En 1712, se utilizo por primera vez una bomba
impulsada por un motor de vapor, diseñado por Thomas
Newcomen.
James Watt en 1769 le realizo modificaciones
y logro un motor rendimiento. La maquina de Watt se utilizo hasta 1784 para
desagotar minas.
A medida que las maquinas de vapor eran más
seguras y eficientes, comenzaron a ser usadas para el transporte.
Solo cuando James Watt inventó la máquina de
vapor comenzó a considerarse la posibilidad de utilizar esta forma de energía
para los dispositivos de elevación, haciéndose uso de ella por primera vez para
subir el mineral desde el fondo de una mina de carbón hacia el año 1800. A
principios del siglo XIX hicieron su aparición grúas movidas por máquinas de
vapor que se usaban básicamente para el transporte vertical de carga, solo
ocasionalmente de personas.
En 1840 se consiguió aumentar la eficacia con
la introducción de cables de alambre que eran no solo mas fuertes sino también
menos expuestos a retorcerse que los de cáñamo. Pero la extracción mecánica de
las minas siguió siendo lenta a la par que desaprovechaba el vapor y fue
difícil idear algún tipo de contrapeso satisfactorio para que el peso variable
de la cuerda colgante según que la carga subiera o bajara dentro del pozo.
En 1850,
se utilizan por primera vez en Estados Unido montacargas movidos por
vapor, instalándose en ese mismo año el primer sistema de corona y tornillo sin
fin para mover un gran tambor de arrollamiento.
Las grúas modernas utilizan generalmente los
motores de combustión interna o los sistemas de motor eléctrico e hidráulicos
para proporcionar una capacidad de elevación mucho mayor, aunque las grúas
manuales todavía se utilizan donde es poco rentable disponer de energía.
Gato Mecánico
Un gato mecánico de
husillo o de tornillo tiene amplias aplicaciones en diferentes tipos de
industrias. Este mecanismo consta de dos elementos principales:
1. Husillo elevador,
generalmente de rosca trapecial.
2. Engranaje tornillo
sinfín-corona.
El funcionamiento del
gato es el siguiente: el giro del tornillo sinfín (que está conectado a un
motor eléctrico) hace que gire solidariamente con él la corona; a su vez, el
giro la corona genera el movimiento lineal del husillo, dado que esta roscado
en el interior de esta, produciéndose de esta manera el movimiento lineal de
elevación.
Gato Hidráulico
La primera patente de un gato hidráulico fue sacada en 1812 por Joseph
Bramah, ingeniero inglés. El principio consiste en usar el agua (u otro fluido)
para levantar pesos. Un gato hidráulico tiene un cilindro en la base con un
pistón, y el agua (o a veces aceite) se bombea en el fondo del cilindro.
A medida que entra el
líquido, el pistón se ve forzado hacia arriba. Para bajar el pistón, se libera
el líquido mediante una válvula. Con base en el gato hidráulico, William
Armstrong construyó en 1847 una grúa hidráulica para su empleo en los muelles
en Newcastle. El Great Eastern, enorme navío diseñado por el ingeniero Brunel,
fue botado en 1858 gracias a 18 gatos hidráulicos.
Spreader
En el transporte de
contenedores en puertos y terminales ferroviarias, se conoce como spreader al
sistema elevador con que se manejan los contenedores que cumplen con la norma
ISO.
Se suele tratar de
marcos telescópicos que se ajustan a la longitud del contenedor (20', 30', 40'
o 45') (spread en inglés "extender", "desplegar") y se
acoplan a las cuatro esquinas superiores del contenedor, cerrándose con la
ayuda de los twistlocks. También se denomina spreader a elevadores de
contenedores que no son ajustables.
Muchos spreader cuentan
con una especie de «aletas», conocidas como flippers que se pueden cerrar y que
permiten centrar el spreader cuando se colocan sobre el contenedor. El operario
de la grúa puede cerrar los flippers hacia abajo o hacia arriba.
También se denomina
spreader al dispositivo de la carretilla pórtico que se utiliza para trasladar
contenedores en las terminales. Al margen de los spreaders que toman el
contenedor desde arriba, también hay sistemas que toman los contenedores vacíos
de forma lateral, los sidelifters.1
También hay spreader que
se utilizan en «modo twin» (twin en inglés significa "gemelo"). Estos
sistemas permiten manejar dos contenedores de 20' a la vez, como si se tratara
de un solo contenedor de 40' o poco más. El hueco entre los contenedores se
puede regular de forma progresiva hasta que se alcanza una longitud total de
40' o 45'. Este sistema permite reducir el tiempo de carga o descarga de los
barcos.
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